Autoretrat de Mozart

A lo largo de sus 35 años de vida (los que van desde 1756 hasta 1791) Mozart fue produciendo sin parar, con una inexplicable abundancia, dos tipos bien determinados de manuscritos: partituras y cartas. Las partituras lo convirtieron con el tiempo en uno de los pocos compositores verdaderamente universales que ha tenido la historia de la música. Las cartas, ciertamente menos conocidas, constituyen el único documento verbal que nos ha llegado de su mano. Pero se trata de un documento de primer orden, tanto por su extensión como por su extraordinaria elocuencia. A través de este larguísimo intercambio epistolar, Mozart va dibujando un retrato completo de su propia personalidad que, al nacer de la más despreocupada espontaneidad, se convierte en el más genuino de todos los autorretratos posibles. Así, sus cartas se convierten en el camino que más directamente conduce a lo que se halla detrás de su actividad, es decir, su trasfondo humano del cual salió su música.
El propósito de este libro es acercarse a este trasfondo, e ir recorriendo, descubriendo y relacionando entre ellos cada uno de sus aspectos, desde las características de carácter más instintivas (como el exultante sentido humorístico i bufonesco que Mozart exhibió durante toda su vida) hasta los más reflexivos (aquellos que tienen que ver sobretodo con su manera de vivir las creencias religiosas i masónicas) para acabar mostrando, finalmente, cual fue la naturaleza de su identificación con el arte musical.