Juli Garreta, nacido en Sant Feliu de Guíxols el 12 de marzo de 1875, era hijo de un músico de Vilanova i la Geltrú establecido en el Ampurdán que, además de ser el director de la cobla La Vella de Sant Feliu, tenía una relojería en la Rambla Vidal. Juli Garreta trabajó de relojero, como su padre, y aprendió música de forma autodidacta (salvo las lecciones de su progenitor y las de un modesto pianista local). A los veintidós años escribió su primera sardana, La pubilla. Se estudiaba todas las partituras que le pasaban por las manos y, mientras tanto, tocaba en la cobla La Vella, amenizaba al piano las proyecciones de cine y participaba en las tertulias musicales de Can Rovira. De este modo, con una formación musical absolutamente libre, sin vínculos con una escuela u otra, fue educando su extraordinaria intuición. La admiración por las obras de Richard Strauss y por el post-romanticismo germánico en general, es patente en su lenguaje. Hasta que Pau Casals no lo instó a escribir para orquesta, la producción de Garreta se centró principalmente en las sardanas, de las que llegó a escribir más de setenta: Juny, A en Pau Casals, La pedregada, Dalt les Gavarres, Llicorella, Isabel, Nydia, Mar d'argent... Sin olvidar las obras de cámara y sinfónicas de su catálogo como la Sonata per a piano, la Sonata per a violoncel i piano (estrenada por Casals) o las distinta obras suyas que estrenó la Orquesta Pau Casals: Suite en Sol (1921), Pastoral (1922), Les illes Medes (1923), Concert per a violí i orquestra (1925), y distintas sardanas orquestadas por el propio Garreta (en algunos casos, con la inclusión de flabiol [flautín], tible, tenora y fiscorn) entre éstas la titulada Sardana, que no es más que la versión sinfónica del tercer tiempo de la Sonata per a piano. De las primeras obras para orquesta destacan Impressions simfòniques (1907), un Scherzo (1915) i el Preludi mediterrani (1918). De los numerosos comentarios y elogios que ha recibido la obra de Garreta, destacamos el comentario de Eduard Toldrà, que incluye una clara referencia a las raíces de la música del guixolés. 'Garreta canta eternamente con exaltación romántica (con la fuerza, no obstante, de un hombre sano de espíritu), ¡y canta siempre en catalán!'. No es extraño, pues que en el concierto de homenaje que se le tributó unos meses después de su muerte (sucedida el 2 de diciembre de 1925) Pau Casals dijo: 'Yo he perdido a un amigo. Cataluña ha perdido a un genio'.
Jordi León