Exercicis d'Entonació per a l'Educació de l'Oïda 1. La tonalitat

El aprendizaje y la práctica de la música comportan el trabajo combinado de un complejo entramado de habilidades y capacidades que van des de las destrezas motrices hasta complicados procesos mentales realizados en directo y en timpo real durante la interpretación. Solo la simple lectura de una partitura ya es una muestra del variado número de componentes que intervienen en la ejecución musical: hace falta conocer el nombre de las notas en el pentagrama en sus diferentes claves, hace falta identificar las figuras rítmicas para poder dar a cada nota su duración, hace falta ser capaz de situar estas notas en el propio instrumento... Y.. claro, después hace falta dar a todo el conjunto su sentido expresivo y artístico, ya sea éste determinado por el compositor, como decidido por el mismo intérprete.
En medio de todo este entramado, la formación y el entrenamiento del oído se convierte en uno de los elementos esenciales. Si la música va dirigida basicamente al oído parece lógico que la educación de esta facultad tenga una importancia máxima en todo este proceso. A pesar de esto, a menudo se asume que el oído se irá formando por sí solo paralelamente al desarrollo de las habilidades instrumentales. Es evidente que nuestras facultades auditivas mejoran con la evolución técnica sobre el instrumento, pero no es suficiente. Instrumentos como la voz, por ejemplo, dependen profundamente de la capacidad de reconocimiento auditivo y, por otra parte, la dependencia del instrumento para saber como suenan las cosas también nos priva de la posibilidad de anticiparnos, tan importante en la práctica musical.