Miserere

Este «Miserere», dedicado a mi esposa, Hélène Giraudier, es, sin duda, la obra que más he tardado en acabar. Empecé a trabajarla en el año 1997, y después de haber compuesto la introducción, el primer tema y la segunda idea, la dejé dormir, obligado a atender otros proyectos. En esta segunda idea, había introducido un elemento que procedía de un «Sanctus» para soprano y órgano sobre un texto de Verlaine (1995) y que también había utilizado en el primer movimiento de mi «Tríptico de Sinera» (1996).
Quince años más tarde, reemprendí el «Miserere» allí donde lo había dejado y continué la parte fugato del Allegro moderato que había iniciado anteriormente y que conduce a una reexposición conclusiva del primer tema. Inicialmente había previsto una voz solista de soprano integrándose en la segunda parte de la obra (Adagio) y la desarrollé conduciéndola hacia una especie de reexposición de la introducción, ligada al primer tema. El carácter de oración colectiva del texto me incitó a introducir, al final, la participación del público, tal como ya había hecho en mi cantata de Navidad «Ho sap tothom i és profecia» sobre el poema de J. V. Foix (1973) y en «He mirat aquesta terra» sobre el texto de Salvador Espriu (1994), que constituye el tercer movimiento del «Tríptico de Sinera».
El autor