Missa in Epiphania Domini

Missa in Epiphania Domini para coro mixto y orquesta fue escrita en el año 1957 y estrenada el mismo año en el Palau de la Música, cuando el autor tenía solo 24 años. Fue largamente ovacionada según un artículo de Oriol Martorell en El Correo Catalán del 22 de marzo del mismo año. Según Martorell, Bonet reafirmaba su prometedor temperamento musical, que el compositor ya había mostrado con anterioridad, y definió en el mismo artículo el estreno como una auténtica apoteosis.

En ese artículo se destacaba la original y pionera forma de juntar elementos tradicionales con otros modernos, como las melodías gregorianas, por un lado, y las influencias de Ígor Stravinski, principalmente cuanto al elemento rítmico, por el otro.

Según Martorell, esa composición era de una gran sinceridad, en la que el compositor buscaba correspondencias entre el texto litúrgico y los elementos musicales.

Asistió también al estreno el eminente compositor Eduard Toldrà, que quedó impresionado por la Missa, calificándola como la partitura más importante de la música catalana de entonces.

Darius Milhaud, igualmente entusiasta de la obra, la recomendó inmediatamente al premio de composición de la Fundación Copley de Chicago, que Bonet recibió el año 1958.